Medellín ¿la ciudad más innovadora del país?
La capital antioqueña cuenta actualmente con diez premios internacionales que la certifican como la ciudad más innovadora por la transformación que ha logrado en los últimos 20 años y que ha impactado casi todos los sectores. La apuesta por los sistemas de movilidad sostenibles como el metro, el tranvía o las bicicletas públicas, y la creación de un distrito para el desarrollo tecnológico como Ruta N han sido los principales protagonistas de estos galardones. No obstante, hay quienes consideran que aún falta más recorrido para lograr que Medellín y el resto del país, sean pioneros en ciencia, tecnología e innovación.
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Según Trujillo, uno de los problemas principales es la mentalidad que se tiene en Colombia respecto a la utilidad de la investigación, pues la investigación aplicada, es decir, la que tiene una finalidad que va más allá de la observación de fenómenos, no encuentra apoyo económico ni estatal ni por el sector privado porque puede generar pérdidas de tiempo y dinero y “ese es un riesgo que las empresas no están dispuestas a correr”.
Por otro lado y no menos problemático, se encuentran los espacios existentes para aplicar la ciencia profesionalmente, los cuales, el subdirector de Colciencias, considera escasos.
Juan José Trujillo, ex subdirector de Colciencias. Foto tomada de www.colciencias.gov.co
La razón es que las empresas que más necesitan profesionales de diversas disciplinas en el país, no son muchas y tampoco tan atractivas como en otros países del mundo como Corea, Estados Unidos o Francia. “Yo tengo una sobrina que estudió Ingeniería Física en la universidad EAFIT. Le apostó a una beca de Colciencias en Francia y se la ganó.
Ahora se graduó de la maestría y el proyecto de investigación se lo aceptaron para un doctorado e, inmediatamente, una empresa que maneja materiales parla producción de satélites la vinculó. ¿Qué va a hacer ella aquí? ¿A trabajar con tubos de PVC o con panela?”.
El panorama entonces puede ser parecer, entonces, más oscuro que el que se cree. Sin embargo, los niños que participaron de la feria y que estuvieron acompañados de sus profesores voluntarios que son capaces de llevarlos hasta ISEF (una de las ferias científicas más importantes de Estados Unidos) con sus ideas, siguen sacrificando fines de semana, planes con amigos y horas de ocio para estar al frente de un proyecto que puede corroborar sus hipótesis o refutarlas y siguen haciendo creer a otras personas (y a ellos mismos) que aunque falta patrocinio, sí es posible hacer ciencia en Colombia.
Y que, como piensa Daniel López Pedroza, un voluntario que trabaja en Seguros Protección y que se dedica a calificar los proyectos de las ferias, los niños “sí le hacen creer a uno que las cosas van a estar mucho mejor”.
Eso es el voluntariado CT+I, un voluntariado que ha reunido más de 600 personas en todo el departamento para mostrar año tras año que hay niños que hacen historia al mismo tiempo que hacen ciencia.
A continuación la entrevista completa...