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Darse a los demás, un paso para el cambio

El oficio de entregarse a los demás es algo que está movilizando a los jóvenes en Colombia por medio del voluntariado y las diversas organizaciones que lo promueven.

Por: Sofía Tabares Jiménez y Mariana Echeverri Álvarez

Medellín, 15 de noviembre de 2016

Evento Cartas al Niño Dios, Fundación Soñar Despierto, Medellín. Foto: Soñar Despierto.

Un voluntario es: “toda persona natural que libre y responsablemente, sin recibir remuneración de carácter laboral, ofrece tiempo, trabajo y talento para la construcción del bien común en forma individual o colectiva, en organizaciones públicas o privadas o fuera de ellas”. (Tomado de: Colombia Joven) esta labor ha  tomado fuerza en los jóvenes en los últimos años en Colombia, debido a lo que les aporta tanto personal como profesionalmente.

Cuando existe un voluntariado activo en una sociedad, los ciudadanos tienden a tener una mejor consecución de objetivos comunes. Sus acciones implican una constante participación en procesos colectivos que intervienen directa o indirectamente las condiciones de vida de una comunidad determinada.

En Colombia son considerados jóvenes las personas de entre los 14 y 28 años, y es esta población la que más recepción ha tenido frente a las acciones que implica el voluntariado, contribuyendo así a la transformación social del país.                             

¿Qué tanto conocen o ejercen el voluntariado los estudiantes universitarios de la UPB?

Vea la infografía aquí.

Lo que es y debe de ser 

El voluntariado es: “el conjunto de acciones de interés general desarrolladas por personas naturales o jurídicas, quienes ejercen su acción de servicio a la comunidad en virtud de una relación de carácter civil y voluntario”. (Tomado de: Colombia Joven).

Es también sinónimo de responsabilidad y compromiso social, que contribuye a la transformación de una comunidad en específico o sus al rededores, ya sea con niños, adultos mayores o para suplir necesidades en poblaciones de escasos recursos.

Es, según Luis Javier Galeano Baena, docente de Trabajo Social de la Universidad Pontificia Bolivariana, “una escuela de formación, donde el aprendizaje es mayor que el aporte que se puede hacer.”

En Colombia los jóvenes a pesar de sus diversas labores cotidianas han empezado a comprender la necesidad de realizar trabajos voluntarios tanto para su formación personal y profesional como para el bienestar mismo de la sociedad en la que se encuentran. Es por esto que “una sociedad que cuente con jóvenes más competentes socialmente logrará construirse con mayor responsabilidad social posibilitando una mejor calidad de vida para todos” (Diferencias en actitudes y estrategias cognitivas sociales en jóvenes vinculados y no vinculados a programas de voluntariado).

 

A pesar de ser una labor ligada a lo personal, se necesita de aptitudes y actitudes para poder realizarla de la forma correcta es por esto que los jóvenes que lo ejercen son maduros, responsables y conscientes, debido a que al ser una escuela de humanidad se permite entregar a los demás, sin retribución, su esfuerzo y  conocimiento.  A medida que los jóvenes van adquiriendo experiencia y formación en el voluntariado tienen “más bagaje, más oportunidades de entregarse, elaborando así un trabajo menos emocional y más racional”: Luis Javier Galeano Baena.           

Entérate que necesitas para ser voluntario 

Trabajo voluntario juvenil en Colombia.

Foto: Shutterstock

La retribución, un paso a la transformación

En Colombia existen diversas organizaciones con y sin ánimo de lucro dedicadas a la labor social del voluntariado, muchas de estas están compuestas por jóvenes, debido a que son estos los que con su energía pueden satisfacer las necesidades de otros.

El voluntariado “supone aprender a construir desde la clave del que es capaz de mirar más allá de su propia individualidad, ampliar su horizonte y ver a los que “no queremos ver”, mirar desde la persona empobrecida, la que está en los márgenes del camino, para darla a conocer a los otros.” (Los proyectos de cooperación: Una actividad de tiempo libre de alumnos universitarios).

Existe una organización llamada Soñar Despierto, la cual está en diversos países tales como: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, España, Italia, México, Venezuela, Colombia, entre otros. Es apolítica y dirigida por jóvenes que sueñan con promover y vivir la solidaridad, la generosidad y transformar las vidas de aquellos que se encuentran desprotegidos.

La organización está divida en cinco programas que son: Amigos para Siempre, Contagia Alegría, Cuéntame tu Sueño, Vagones de Sonrisas y Vico Valores, los cuales buscan generar cambios positivos tanto en la niñez como en la juventud, al consolidar equipos de personas que lleven esperanza y felicidad generando un impacto positivo a nivel global.

 

Soñar Despierto ha impactado vidas como la de Manuela Bermúdez, beneficiaria y actual voluntaria de la organización, debido a que a través de la enfermedad de su hermano recibieron el acompañamiento por parte del equipo de voluntarios del programa Cuéntame tu Sueño; esto generó en ella una necesidad de retribuir la ayuda recibida y darle de esa misma manera a las personas que están pasando por situaciones similares.​

“Este programa hizo que mi hermano pudiera cumplir el sueño de conocer el mar, de conocer un equipo de futbol del cual era hincha, y darle a mis papás la felicidad de verlo a él tan motivado con todos estos regalos”: Manuela Bermúdez.

Esta es una de las actividades que ha realizado la organización

Voluntaria Soñar Despierto compartiendo con un niño beneficiado. Foto: Martha Monroy

¿Cómo cree que Soñar Despierto ha contribuido en Colombia?

¡Bien! Mensaje recibido

Con el corazón en la nariz

El programa Contagia Alegría busca transmitir a los niños y adultos hospitalizados felicidad a través de visitas continuas. Para alcanzar el objetivo, los voluntarios se capacitan en el Arte Clown y en cuidados específicos necesarios para poder acceder a los centros de salud y así brindarles un espacio de esparcimiento, en el que olviden por un momento las tristezas y la angustia que es permanecer por días en el hospital.

Natalia González Franco, directora del programa explica en que consiste en Clown hospitalario, “nosotros hacemos una capacitación en Clown, que no es lo mismo que payasos, y consiste en encontrar esa parte de ti que te da miedo mostrar a la gente, es como sacar esa parte bonita para entregársela a los demás. No es para hacer reír, sino que decimos que ‘nos ponemos el corazón en la nariz’, es una forma de representar esa entrega hacia la gente, no vamos a hacer payasadas ni nada de eso, sino a acompañarlos y sacarlos de la rutina que viven.”​

Escuche aquí el audio completo de la entrevista 

En este momento el programa cuenta con alrededor de 40 voluntarios de los cuales 20 participan activamente de las visitas hospitalarias. Las temáticas para cada visita varían, casi siempre entran 3 clown por habitación en las áreas de hospitalización, oncología y pediatría.

Es muy importante que para este programa se cuente con personas que tenga un don de servicio y ganas de ayudar, pero es complicado ya que en la cultura de Medellín las personas no están dispuestas a dejar su cotidianidad para realizar estas labores, sin embargo hay muchas personas interesadas en este tipo de programas, se enamoran de estos, perdurando así en los voluntariados.​

Para Sara Restrepo, voluntaria de Contagia Alegría hacer parte de este voluntariado “Me ha hecho crecer como persona, me ha hecho valorar lo que tengo, valorar mi salud, porque uno cree que la salud es gratuita, pero cuando sales de un hospital te das cuenta verdaderamente lo importante que es y esas personas siempre están en mi cabeza recordándome que lo debo agradecer y aprovechar la vida al máximo. Además me ha ayudado a tener más autoestima, a ser más colaboradora, a ser más hospitalaria, solidaria y a preocuparme por lo que le pasa a los otros, porque muchas veces estamos es enfermos del alma.”

Escuche aquí el audio completo de la entrevista 

Actualmente en México se encuentra el mayor grupo de jóvenes voluntarios inscritos en este programa, pero desde que Natalia comenzó a dirigirlo en Medellín ha incrementado notablemente el número de voluntarios en las capacitaciones y las visitas, posicionando al país entre uno de los que ha tenido mayor acogida a los programas de la fundación Soñar Despierto.

Voluntaria Contagia Alegría en el hospital Manuel Uribe Ángel, Medellín.

Himno Contagia Alegría

Fotos entrevistados 

Luis Javier Galeano Baena

Docente de Trabajo Social de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Manuela Bermudez

Beneficiaria y voluntaria de la organización Soñar Despierto.

Natalia Gonzalez

Directora de Contagia Alegría.

Sara Restrepo

Voluntaria de Contagia Alegría.

Fotos trabajo de observación

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